Una auditoría internacional independiente de la disputada elección de Bolivia en octubre revela los esfuerzos «deliberados» y «maliciosos» para manipular el voto a favor del entonces presidente Evo Morales.

La Organización de Estados Americanos (OEA) dijo que las medidas incluían servidores ocultos y firmas falsificadas.

Morales huyó a México después de que el ejército lo instó a renunciar. No ha comentado sobre el informe.

La presidente interina prometió nuevas elecciones, pero aún no se ha establecido una fecha.

Jeanine Áñez, una ex senadora de derecha, calificó los hallazgos de la OEA como «aterradores».

Anteriormente dijo que Morales, el primer presidente indígena de Bolivia que buscaba un cuarto mandato, debería ser procesado si regresa al país.

Según la OEA, la «manipulación intencional» y las «irregularidades graves» incluyeron «cambios en las actas y la falsificación de las firmas de los funcionarios electorales», lo que hace imposible validar los resultados oficiales de la votación del 20 de octubre.

En el procesamiento de los resultados, dijo en el informe final de 95 páginas, los datos fueron redirigidos a dos servidores ocultos y no controlados por funcionarios del Tribunal Supremo Electoral, lo que abrió el camino para la manipulación de datos.

Desde que dejó el cargo, el gobierno interino acusó a Morales de terrorismo y sedición por su presunto papel en el fomento de los disturbios, alegaciones que cuestiona.

Al menos 30 personas han muerto en violencia desde las elecciones, la mayoría de ellas después de la renuncia de Morales. 

El mes pasado, el Congreso aprobó una legislación que allana el camino para una nueva votación que prohíbe a Morales postularse.