El Papa Francisco instó a la gente a «no ceder ante el miedo» mientras dirigía una misa de Nochebuena en una basílica vacía de San Pedro el sábado.

A la vigilia, que normalmente se lleva a cabo en una iglesia repleta de unas 10,000 personas, sólo asistieron unas dos docenas, incluidos algunos monaguillos y un coro más pequeño de lo habitual. 

Debido al brote de coronavirus, se redujo para eliminar varias características tradicionales, como el bautismo de adultos convertidos y una larga procesión por el pasillo principal de la iglesia más grande de la cristiandad.

Francisco hizo una comparación entre el relato evangélico de las mujeres que encontraron la tumba de Jesús vacía el día en que los cristianos creen que resucitó de la muerte y el estado incierto del mundo hoy debido a la pandemia de coronavirus.

“Entonces, también, había temor sobre el futuro y todo lo que necesitaría ser reconstruido. Un recuerdo doloroso, una esperanza truncada. Para ellos, como para nosotros, fue la hora más oscura ”, dijo Francisco en su homilía.

En países de todo el mundo, los católicos siguieron el servicio papal o las misas dictadas por sacerdotes en sus propias iglesias vacías y transmitidas por televisión o internet.

“No tengas miedo, no cedas al miedo: este es el mensaje de esperanza. Está dirigido a nosotros hoy. Estas son las palabras que Dios nos repite esta misma noche ”, dijo Francisco.

Alentó a las personas a ser «mensajeros de la vida en un momento de muerte», condenando nuevamente el comercio de armas e instando a los que están en mejor situación a ayudar a los pobres.

“¡Silenciemos los gritos de muerte, no más guerras! Que podamos detener la producción y el comercio de armas, ya que necesitamos pan, no armas «, dijo Francis.

“Que terminen el aborto y el asesinato de vidas inocentes. Que los corazones de quienes tienen suficiente estén abiertos para llenar las manos vacías de quienes no tienen las necesidades básicas ”, dijo.

Se modificaron todas las actividades de la Semana Santa del Papa, que tuvieron lugar sin la participación del público.

La misa del domingo de Pascua generalmente atrae hasta 100,000 personas en la Plaza de San Pedro. 

Este año, se llevará a cabo dentro de la iglesia con una congregación simbólica de menos de 20 personas.