Vladimir Kara-Murza, un destacado político y periodista de la oposición ruso, fue sentenciado a 25 años de prisión el lunes por un tribunal de Moscú.
Kara-Murza fue declarado culpable de traición, que conlleva una sentencia máxima de 20 años de prisión, y otros delitos que negó haber cometido, incluida la difusión de «información falsa» sobre las Fuerzas Armadas Rusas.
Kara-Murza fue blanco de dos ataques de envenenamiento en Rusia entre 2015 y 2017, en los cuales el gobierno ruso negó cualquier participación.
Ha perdido 48 libras desde que fue arrestado en abril pasado, según su equipo legal, y su salud se ha deteriorado rápidamente, lo que genera preocupación de que no pueda sobrevivir a su sentencia.
Kara-Murza fue detenido por primera vez en 2019 después de caer en coma en febrero de ese año.
Fue liberado de la prisión en diciembre de 2019, pero fue arrestado nuevamente en abril de 2022 después de pronunciar declaraciones en el extranjero en las que condenaba la guerra en Ucrania en un discurso ante legisladores de Arizona.
Kara-Murza ha rechazado los cargos en su contra por considerarlos políticos y comparó los procedimientos judiciales en su contra con los juicios espectáculo durante el gobierno de Josef Stalin en la década de 1930.
Ante el tribunal, Kara-Murza dijo que fue encarcelado por «muchos años de lucha contra la dictadura de Putin», sus críticas a la guerra en Ucrania y su activismo por los derechos humanos.
Se negó a pedirle al tribunal que lo absolviera y dijo que estaba orgulloso de todo lo que había dicho.
Los cargos contra Kara-Murza fueron ampliamente vistos como motivados políticamente, ya que ha sido un crítico vocal del presidente ruso Vladimir Putin.
El veredicto fue visto como una señal más de la represión del Kremlin contra la disidencia.
La sentencia contra Kara-Murza ha sido condenada por los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países.
Estados Unidos ha pedido la liberación inmediata de Kara-Murza y ha impuesto sanciones a los funcionarios rusos involucrados en su caso.
Kara-Murza es la última de una larga línea de figuras de oposición rusa que están encarceladas o en el exilio.
En los últimos años, el gobierno ruso ha tomado medidas enérgicas contra la disidencia, arrestando y encarcelando a los críticos del gobierno.
La sentencia de Kara-Murza es una señal adicional del espacio reducido para la disidencia en Rusia.
Kara-Murza es un crítico vocal del presidente ruso Vladimir Putin y ha sido encarcelado varias veces por sus actividades de oposición.
La sentencia contra Kara-Murza ha sido condenada por la comunidad internacional, que ha pedido su liberación inmediata.
Amnistía Internacional declaró a Kara-Murza preso de conciencia condenado únicamente por sus creencias políticas y exigió su liberación inmediata e incondicional.
El veredicto es el más reciente de la creciente represión del Kremlin contra la disidencia, y la sentencia más dura de este tipo desde que Rusia invadió Ucrania.