Decenas de miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos el martes por octavo día consecutiva de protestas por la muerte de un hombre negro bajo custodia policial. 

Desafían las súplicas de los alcaldes, los toques de queda estrictos y otras medidas destinadas a reducirlos.

Las principales marchas tuvieron lugar en Los Ángeles, Filadelfia, Atlanta y la ciudad de Nueva York, así como en Washington, DC.

Aunque las manifestaciones han sido en gran parte pacíficas durante el día, al anochecer, se producen disturbios, vandalismo, incendios provocados y saqueos. 

El lunes por la noche, cinco policías fueron alcanzados por disparos en dos ciudades.

El martes por la tarde, afuera del edificio del Capitolio de los Estados Unidos, una multitud se arrodilló y gritó «el silencio es violencia» y «sin justicia, sin paz».

El presidente Donald Trump ha prometido tomar medidas enérgicas contra lo que ha llamado ilegalidad por «matones», utilizando la Guardia Nacional o incluso el ejército de los EE. UU. si es necesario.

La mayoría de los estadounidenses, el 64%, simpatizan con las protestas, según una encuesta de Reuters / Ipsos publicada el martes. El 27% dijo que no y el 9% no estaba seguro.

Más del 55% de los estadounidenses dijeron que desaprobaban el manejo de las protestas por parte de Trump, incluido el 40% que lo desaprobaba «enérgicamente», mientras que sólo un tercio dijo que aprobaban, cifra menor que la aprobación general de su trabajo del 39%, según la encuesta.