Miles de cubanos se unieron a las protestas callejeras el domingo en las mayores manifestaciones antigubernamentales en la isla comunista en décadas.
Los manifestantes cubanos marcharon en el malecón de La Habana y en otros lugares de la isla para protestar contra la escasez de alimentos y los altos precios en medio de la crisis del coronavirus.
Al menos 100 manifestantes, activistas y periodistas independientes habían sido detenidos en todo el país desde el domingo, según el grupo de derechos humanos en el exilio Cubalex, algunos en las protestas pero otros cuando intentaban salir de sus hogares.
Las manifestaciones se produjeron cuando Cuba atraviesa su fase más dura hasta ahora de la crisis del coronavirus, y el mismo día informó un nuevo registro diario de infecciones y muertes.
El domingo se informó un nuevo récord de 6,923 casos diarios, junto con 47 muertes adicionales.
La ira social ha sido impulsada por largas filas de alimentos y una escasez crítica de medicamentos desde el inicio de la epidemia de COVID-19, con Cuba bajo sanciones de Estados Unidos.
El presidente cubano y primer secretario del Partido Comunista Miguel Díaz-Canel se dirigió a la nación a última hora de la tarde del domingo, acusando a Estados Unidos de ser responsable de los disturbios.
Advirtió que no se tolerarían más «provocaciones», y pidió a los comunistas que salieran a las calles para defender la revolución.
Rodeado de fuertes medidas de seguridad, apareció en las calles de San Antonio de los Baños, donde llamó a los manifestantes «provocadores» y sugirió que habían sido engañados por las fuerzas contrarrevolucionarias respaldadas por potencias extranjeras.
“Hacemos un llamado a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a tomar las calles”, dijo cuando luego apareció en televisión.
Muchos jóvenes participaron en la protesta del domingo por la tarde en la capital, que interrumpió el tráfico hasta que la policía entró después de varias horas y disolvió la marcha cuando algunos manifestantes arrojaron piedras.
En una protesta el domingo en San Antonio de los Baños, un pueblo de unas 50.000 personas al suroeste de La Habana, principalmente jóvenes gritaron insultos contra el presidente Miguel Díaz-Canel, según videos publicados en línea.
Los manifestantes gritaron “Libertad”, y “Patria y Vida”. “No tenemos miedo”, corearon también.
Los videos y las noticias de las protestas se difundieron a través de las redes sociales.
Aunque muchas personas intentaron sacar sus teléfonos celulares y transmitir la protesta en vivo, las autoridades cubanas cerraron el servicio de internet durante toda la tarde.
Amnistía Internacional dijo que había recibido con alarma informes sobre «apagones de Internet, detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza, incluidos disparos de la policía contra los manifestantes».
El regulador de Internet NetBlocks informó que las plataformas de redes sociales en Cuba comenzaron a ser censuradas el domingo, aunque las redes VPN pudieron eludir los bloqueos gubernamentales.
Aproximadamente dos horas y media después de la marcha, los agentes comenzaron a arrestar a la gente y los manifestantes se dispersaron.
Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, junto con un resurgimiento de casos de coronavirus, ya que sufre las consecuencias de las sanciones impuestas por Estados Unidos por la administración Trump.
Los problemas de Cuba han ido creciendo lentamente durante muchos años a medida que la falta de inversión y el aumento de la obsolescencia han cobrado su precio, pero la pandemia ha agravado los problemas.
El año pasado, el turismo se redujo a cero y la economía se contrajo en un 11 por ciento, una cifra que se cree que es mucho peor a estas alturas.
Muchos cubanos trabajaron directamente en el turismo, o en sus márgenes, para ganar lo suficiente para alimentar a sus familias, o dependían del dinero enviado desde el exterior. Todas estas fuentes de efectivo se han agotado.
El presidente Biden dijo el lunes que Estados Unidos «apoya firmemente» al pueblo de Cuba y «su clamor por la libertad».