La Agencia de Protección Ambiental dijo el martes que, por primera vez, el gobierno federal ordenará a las empresas de servicios públicos que eliminen dos compuestos nocivos del agua potable.
Esta es la primera vez que el gobierno de EE. UU. ha propuesto límites para estas sustancias tóxicas en el agua potable.
Estos productos químicos se pueden encontrar en una variedad de productos, incluido el papel higiénico, el hilo dental y la ropa impermeable.
Según Michael S. Regan, el administrador de la EPA, el gobierno tiene como objetivo exigir niveles casi nulos de PFAS, o compuestos de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo.
Los productos químicos se han relacionado con asma, problemas de tiroides y reproductivos, cáncer, daño hepático y otros impactos en la salud.
El reglamento propuesto limitaría los niveles permitidos en el agua potable de seis compuestos PFAS, incluido el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS) individualmente y otros cuatro como mezcla.
Si se finaliza, requeriría que los sistemas públicos de agua analicen y limiten estos químicos. La propuesta también regula otros tipos de PFAS como GenX Chemicals, que los fabricantes utilizaron como sustituto cuando el PFOA y el PFOS se eliminaron gradualmente de los productos de consumo.
De acuerdo con datos fácticos, existe una creciente preocupación por los posibles efectos cancerígenos de los «químicos permanentes».
Estos contaminantes industriales, incluidos el PFOA y otros productos químicos perfluorados, se han relacionado con varios problemas de salud, como daño hepático, problemas de tiroides y asma.
Persisten en el medio ambiente y pueden acumularse en la cadena alimentaria, lo que lleva a la contaminación de especies animales como los osos polares y los tigres.
En particular, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. han designado al PFOA como carcinógeno humano potencial. Investigaciones recientes sugieren que una gama más amplia de productos químicos permanentes también pueden tener cualidades cancerígenas.
Con estos hallazgos, se vuelve cada vez más importante regular y reducir el uso de estos químicos dañinos para prevenir sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.
Un nuevo estudio ha encontrado que una categoría insidiosa de contaminantes conocidos como «químicos permanentes» puede tener cualidades cancerígenas.
Estos productos químicos, también conocidos como PFAS, no se descomponen naturalmente en el medio ambiente y pueden terminar en nuestras fuentes de alimentos y agua.
La exposición a estos productos químicos se ha relacionado con varios efectos en la salud, como cáncer, daño hepático, problemas de fertilidad y tiroides, asma y más.
Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), el PFOA, uno de los productos químicos permanentes más comunes, es un carcinógeno humano potencial.
Pruebas recientes han demostrado que estas sustancias químicas están contaminando al menos a 330 especies, incluidos los osos polares y los tigres, causando efectos graves en la salud, como cáncer y daño hepático.
El estudio encontró que la exposición a los productos químicos utilizados en los utensilios de cocina antiadherentes, los cosméticos y la ropa se han relacionado con el tipo más común de cáncer de hígado.
Además, los niveles elevados de PFOA y otras sustancias químicas perfluoradas se han asociado con mayores riesgos para la salud en estudios ocupacionales y comunitarios.
Aunque estos productos químicos han sido denominados ‘productos químicos permanentes', investigaciones recientes sugieren que, después de todo, es posible que no sean tan permanentes.
Sin embargo, los efectos sobre la salud de estos productos químicos siguen siendo motivo de preocupación.
Es importante que las personas sean conscientes de los peligros potenciales y tomen medidas para reducir su exposición.
Los hallazgos de este estudio resaltan la necesidad de regulaciones y aplicación más estrictas para limitar el uso y las emisiones de estos contaminantes cancerígenos.
Las consecuencias de la inacción podrían ser graves y duraderas, lo que subraya la necesidad de una acción inmediata para abordar este problema urgente.
La Ley de Agua Potable Segura es una ley aprobada por el Congreso en 1974, con enmiendas añadidas en 1986 y 1996, para proteger la calidad del agua potable en los Estados Unidos.
La SDWA se enfoca en todas las aguas real o potencialmente diseñadas para uso potable, ya sea de fuentes superficiales o subterráneas.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) establece los estándares para la calidad del agua potable y supervisa los estados, las autoridades locales y los proveedores de agua que hacen cumplir esos estándares.
Los defensores del medio ambiente y la salud pública han pedido durante años una regulación federal de los productos químicos PFAS.
El público tendrá la oportunidad de comentar sobre la propuesta, y la agencia puede hacer cambios antes de emitir una regla final, que se espera para fines de 2023.
Los proveedores de agua tendrán tiempo para adaptarse a las nuevas regulaciones.
Sin embargo, algunos grupos han expresado su preocupación con la ciencia subyacente utilizada para desarrollar la regla propuesta y creen que es fundamental que la EPA lo haga bien.