Más de 2.000 casos de ébola se registraron en la República Democrática del Congo en los últimos 10 meses, dijeron funcionarios.

Dos tercios de los casos han sido fatales, agregó el ministerio de salud.

El brote en el este de la República Democrática del Congo es el segundo más grande en la historia, con un aumento significativo en los nuevos casos observados en las últimas semanas.

Pero los intentos de los trabajadores de la salud para contener el brote se han visto obstaculizados por la desconfianza y la violencia.

A pesar del hecho de que más de 1.300 personas murieron a causa de la enfermedad desde agosto, la organización benéfica Oxfam dice que sus equipos se reúnen con personas todos los días que aún no creen que el virus exista.

Otros no confían en los trabajadores de la salud, lo que hace que las personas con síntomas eviten el tratamiento, lo que dificulta la prevención de la propagación del virus.

Actualmente está bajo control dentro de dos provincias, pero cada vez es más difícil monitorear la propagación del virus debido a la violencia en la región oriental del país.

Entre enero y mayo hubo más de 40 ataques a establecimientos de salud. Sin embargo, los brotes de violencia se han reducido en las últimas semanas.

La Organización Mundial de la Salud dijo que el riesgo de una propagación mundial es bajo, pero era muy probable que los casos se extendieran a los países vecinos.

La mayoría de los brotes de ébola se terminan rápidamente y afectan a un pequeño número de personas.

Sólo una vez antes, un brote ha estado creciendo más de ocho meses después de que comenzó, esa fue la epidemia en África Occidental entre 2013 y 2016, que mató a 11,310 personas.