La República Dominicana anunció el jueves el cierre de toda su frontera con el vecino Haití. La decisión se tomó en respuesta a una disputa sobre un canal que desviará el agua de un río compartido entre los dos países.
El cierre incluye fronteras de aire, mar y terreno y entró en vigencia a las 6 a.m., hora local, el viernes 15 de septiembre de 2023.
Las fronteras permanecerán cerradas «hasta que sea necesario», según el presidente Luis Abinader.
Las tensiones entre la República Dominicana y Haití han alcanzado un punto de ebullición.
A medida que las conversaciones con Haití no resolvieron las preocupaciones, Abinader se sintió obligado a sellar todas las fronteras de tierra, mar y aire.
El conflicto sobre la construcción del canal se debe a la desviación del agua del río Artibonite, que atraviesa tanto la República Dominicana como Haití.
La República Dominicana afirma que el proyecto violará el tratado de paz, amistad y arbitraje de 1929, mientras que Haití argumenta que tiene el derecho soberano de explotar sus recursos naturales.
La excavación llevó a la República Dominicana a enviar a una tripulación para monitorear la construcción del canal desde el otro lado de la frontera, y las tensiones han aumentado entre los dos países desde entonces.
El cierre de la frontera entre la República Dominicana y Haití tendrá un impacto significativo en las personas que viven en las áreas fronterizas, que dependen del comercio transfronterizo por sus medios de vida.
El cierre de la frontera incluirá todas las rutas de tierra, mar y aire, lo que significa que las personas no podrán cruzar la frontera para comprar o vender productos, visitar miembros de la familia o acceder a servicios esenciales.
El cierre también afectará el movimiento de bienes y servicios entre los dos países, que tendrán implicaciones económicas para ambas partes.
Es probable que la situación exacerbe las condiciones de vida ya difíciles de las personas en las áreas fronterizas, que se encuentran entre las más pobres de ambos países.
En las horas previas al cierre del viernes, más de 1,000 personas cruzaron de la República Dominicana a Haití.
Muchos eran inmigrantes haitianos deportados por funcionarios dominicanos en medio de una represión en curso.
Otros eran familias que buscaban regresar a casa de antemano. Sin embargo, los enlaces regulares de comercio y viajes ahora se cortarán abruptamente.
El bloqueo ofrece un gran golpe económico, ya que Haití es un socio comercial clave para la República Dominicana. El comercio fronterizo informal totaliza $430 millones anuales según las estimaciones.
Las tensiones han cocido a fuego lento durante años por cuestiones como el tratamiento de migrantes, pero la disputa del canal inclinó las relaciones sobre el borde en un cierre completo.
El gobierno de Haití defiende su derecho a desarrollar recursos naturales, pero prometió proteger el tratado fronterizo.
Con los enlaces comerciales formales también reducidos, las consecuencias económicas seguramente se sentirán en ambos lados.
Tanto la República Dominicana como Haití se han involucrado en conversaciones para resolver el conflicto sobre la construcción del canal.
La República Dominicana ha desplegado fuerzas militares y policiales para apoyar el cierre de la frontera, pero las conversaciones con Haití continuarán.
El gobierno haitiano ha declarado que tomará todas las medidas necesarias para proteger los intereses del pueblo haitiano y ha enfatizado su derecho soberano de explotar sus recursos naturales.
La República Dominicana también ha comenzado a trabajar en un muro de 118 millas a lo largo de la frontera haitiana, que fue anunciado a principios del año pasado por el presidente Luis Abinader.
La comunidad internacional ha pedido el diálogo constructivo y la resolución pacífica de las disputas, y es probable que los esfuerzos diplomáticos continúen en las próximas semanas y meses para encontrar una solución «justa y definitiva» a la disputa del canal.
El cierre más reciente ocurrió después del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en julio de 2021. La República Dominicana cerró completamente su frontera con Haití en ese momento.