El Salvador ha trasladado a 2.000 personas acusadas de pertenecer a una pandilla a una «mega-cárcel» recientemente inaugurada llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo.
La prisión puede albergar hasta 40.000 reclusos y se dice que es la más grande de América.
El presidente Nayib Bukele declaró una «guerra contra las pandillas» en marzo pasado y aprobó medidas de emergencia que se han extendido varias veces desde entonces.
El presidente Nayib Bukele solicitó y se le otorgó el estado de emergencia en El Salvador el 27 de marzo de 2022, debido al repunte de homicidios presuntamente cometidos por pandillas.
El estado de excepción fue aprobado por la Asamblea Legislativa el 30 de marzo de 2022. Desde entonces, el estado de emergencia se ha prorrogado diez veces y actualmente está vigente hasta el 15 de febrero de 2023.
Bajo el actual estado de emergencia, las autoridades salvadoreñas han cometido violaciones masivas de derechos humanos, incluidas miles de detenciones arbitrarias y violaciones del debido proceso, así como torturas y malos tratos.
Al menos 18 personas han muerto bajo custodia estatal. Amnistía Internacional ha llamado al gobierno del presidente Bukele a revertir de inmediato las recientes medidas que violan los derechos humanos.
Los grupos de derechos humanos se han opuesto a la campaña porque dicen que personas inocentes se han visto involucradas en ella, y algunas han muerto antes de que pudieran demostrar su inocencia.
La campaña contra las pandillas sigue siendo popular entre muchos salvadoreños.
La nueva infraestructura cuenta con pabellones de reclusión con cabinas metálicas y “celdas de castigo”.
Cada edificio tiene 32 celdas de unos 100 metros cuadrados (1.075 pies cuadrados) para albergar a «más de 100» presos. Las celdas sólo tienen dos lavabos y dos inodoros cada una.
Las fotos de los prisioneros que se muestran en Internet muestran a hombres descalzos y muy tatuados con la cabeza rapada y vestidos con calzoncillos blancos.
SISTEMA PENITENCIARIO SALVADOREÑO
El Salvador tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, con casi el dos por ciento de su población adulta tras las rejas.
El sistema penitenciario del país está abrumado y estirado debido al aumento de la población carcelaria como resultado de las medidas contra las pandillas.
La prisión más grande de El Salvador, La Esperanza, alberga actualmente a 33.000 personas a pesar de tener una capacidad de 10.000.
Para abordar este problema, las autoridades han abierto una de las prisiones más grandes de América Latina que puede albergar hasta 40.000 personas.
La nueva prisión abarca más de 410 acres y está protegida por 600 soldados y 250 policías.
Los críticos dicen que El Salvador no puede arrestar y encarcelar para salir de sus problemas de seguridad.
Preocupa el enfoque de castigo del presidente Nayib Bukele, ya que no tiene planes claros para prevenir el delito.
El gobierno de Bukele ha dado un giro en U en su política penitenciaria de reducir el número total de presos a arrestar a más de 53.000 presuntos miembros de bandas criminales en redadas masivas.
Las autoridades deben desarrollar un camino para salir de la vida pandillera que los miembros puedan seguir en lugar de depender únicamente del encarcelamiento.
CONDICIONES CARCELARIAS EN EL SALVADOR SEGÚN GRUPOS DE DERECHOS HUMANOS
Las cárceles de El Salvador están sobrepobladas, son antihigiénicas y peligrosas, según afirman grupos de derechos humanos.
El gobierno ha arrestado a más de 53.000 presuntos delincuentes sobre la base de pruebas a menudo dudosas.
La vida en las prisiones es brutal, con presos hacinados en celdas y defecando en receptáculos abiertos.
El gobierno de Bukele rechazó solicitudes para visitar los penales. Los presos desaparecen en el sistema, dejando a las familias para localizarlos.
Muchos presos mueren por lesiones sufridas por golpes durante su captura o por enfermedades crónicas para las que no reciben tratamiento.
VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN PRISIONES DE EL SALVADOR
El estado de emergencia de El Salvador ha dado lugar a violaciones generalizadas de los derechos humanos en las cárceles.
Human Rights Watch y Cristosal encontraron detenciones masivas arbitrarias, torturas, muertes bajo custodia y enjuiciamientos plagados de abusos.
Una base de datos filtrada obtenida por Human Rights Watch respalda estos hallazgos y señala severas condiciones de hacinamiento en la detención.
Los arrestos masivos e indiscriminados han llevado a la detención de cientos de personas sin conexiones aparentes con la actividad abusiva de las pandillas.
En muchos casos, las detenciones parecen basarse en la apariencia y el origen social de los detenidos o en pruebas cuestionables.
Más de 51.000 personas fueron enviadas a prisión preventiva en virtud de leyes salvadoreñas recientemente aprobadas que violan el derecho internacional de los derechos humanos.
La población carcelaria aumentó de 39 000 en marzo de 2022 a más de 61.000 a finales de agosto de 2022.
Al menos 21 presos han muerto bajo custodia y, según los informes, muchos sufren signos de violencia o tortura.
Según los informes, algunos de los arrestados tienen tan solo 12 años.
Amnistía Internacional ha acusado al gobierno de El Salvador de cometer «violaciones masivas de derechos humanos» durante una extraordinaria campaña de seguridad que ha provocado la detención de más de 36.000 personas en poco más de dos meses.
EL PRESIDENTE MÁS POPULAR DE AMÉRICA LATINA
En septiembre de 2022, según una encuesta realizada por CID Gallup, el 85% aprueba el desempeño de Nayib Bukele en la presidencia y el 95% su gobernabilidad en materia de seguridad.
Otra encuesta de octubre muestra que Nayib Bukele ocupa el primer lugar con un índice de aprobación del 86%, lo que lo convierte en el presidente más popular de América Latina.