En un caso visto como una prueba de la libertad de medios de Filipinas, la periodista Maria Ressa ha sido declarada culpable de ciber libelo.
Ella negó los cargos y afirmó que estaban motivados políticamente.
Una ex escritora de su sitio de noticias, Rappler, también fue condenada.
Ambas han sido liberadas bajo fianza en espera de apelación, pero podrían enfrentar seis años de prisión.
Los defensores de la libertad de prensa dicen que el juicio tiene como objetivo silenciar a los críticos del presidente Rodrigo Duterte.
Pero el presidente y sus seguidores la acusaron a ella y a su sitio de informar noticias falsas.
En un país donde los periodistas están amenazados, el caso de Ressa se volvió simbólico y seguido de cerca, tanto a nivel nacional como internacional.
El caso en su contra se relaciona con una historia de Rappler de ocho años sobre los presuntos vínculos del empresario Wilfredo Keng con un ex juez.
La fiscalía se sometió a una ley de «libelo cibernético» que entró en vigor en septiembre de 2012, cuatro meses después de que Rappler publicara el artículo.
Pero los fiscales dijeron que una corrección de la historia en 2014, para corregir un «error tipográfico», significaba que el artículo estaba cubierto por la ley.
El juez dijo el lunes que Rappler no ofreció ninguna prueba para respaldar sus acusaciones contra Keng.
La jueza Rainelda Montea agregó que su veredicto se basó en la evidencia presentada ante el tribunal, y agregó que la libertad de prensa «no se puede usar como un escudo» contra la difamación.
Ressa, de 56 años, y su colega pudieron permanecer en libertad bajo fianza, en espera de una posible apelación.
Pero si la condena se mantiene, conlleva una sentencia de hasta seis años.
«Para todos los filipinos, esto no se trata solo de Rappler, no se trata solo de nosotros, se trata de todos nosotros», dijo Ressa después del veredicto.
«La libertad de prensa es la base de todos los derechos que tienes como ciudadano filipino».
Nacida en Filipinas, Ressa creció en los Estados Unidos y sólo regresó al país en la década de 1980 después de la caída del líder autoritario Ferdinand Marcos.
Ex periodista de CNN, fundó Rappler en 2012. Es uno de los pocos sitios locales que critica abiertamente a la administración Duterte y su brutal guerra contra las drogas, que ha cobrado miles de vidas.
Rappler y Ressa también han sido blanco de otros casos judiciales, desde evasión de impuestos hasta violaciones de propiedad extranjera.
Si bien la Constitución garantiza la libertad de prensa, Filipinas es uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas, dice Freedom House, con sede en Estados Unidos.