Un nuevo grupo de migrantes con destino a Estados Unidos partió de El Salvador el domingo, huyendo de la pobreza y la violencia, uniéndose a otros que han realizado viajes similares en las últimas semanas.
El grupo de más de 300 salvadoreños salió de la capital San Salvador el domingo. Un grupo más numeroso de hondureños, en su mayoría estimados en al menos 3,500, que abandonaron su país a mediados de octubre y ahora se encuentran en el sur de México.
La secretaria de seguridad nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que Trump estaba decidido a usar todas las autoridades que tenía para impedir que los inmigrantes cruzaran la frontera ilegalmente.
Trump ha amenazado con cerrar la frontera con México y la semana pasada dijo que enviaría tropas. El viernes, el secretario de Defensa Jim Mattis autorizó el uso de tropas y otros recursos militares en la frontera de Estados Unidos y México.
Se organizaron utilizando redes sociales como Facebook y WhatsApp durante las últimas semanas, inspirados por el grupo más grande que ya está en México.
El gobierno de izquierda de El Salvador dijo que era solidario con los migrantes y respetó su derecho a movilizarse, pero les instó a no arriesgar sus vidas en el camino.
En México, el grupo original de hondureños, agotado por los constantes viajes en un calor abrasador, pasó el domingo descansando en la ciudad de Tapanatepec, Oaxaca, planeando dirigirse hacia el norte a las 3 am del lunes.
Los migrantes rechazaron la oferta de México, y decidieron continuar hacia Estados Unidos.
