La guerra entre Israel y Hamas continúa intensificándose, y ambas partes participan en ataques generalizados y operaciones terrestres.
Israel se está preparando para una ofensiva terrestre contra Hamás en Gaza después de que 1.300 personas murieran en ataques terroristas.
Ali Barakeh, un alto funcionario de Hamás con base en el Líbano, dijo en una entrevista con NPR que el ataque se produjo en respuesta a los «crímenes israelíes contra el pueblo palestino en Jerusalén y Cisjordania» y para «romper el bloqueo de la Franja de Gaza».
Dijo que también estaba destinado a liberar a miles de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
Israel ha prometido aniquilar al grupo militante Hamás después de que sus combatientes arrasaran ciudades israelíes disparando a hombres, mujeres y niños.
El ejército israelí ha advertido a 1,1 millones de personas en el norte de Gaza que evacuen hacia el sur por su seguridad.
Miles de personas están huyendo de sus hogares y la agencia de ayuda de la ONU dice que Gaza está «siendo empujada hacia un abismo».
La Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas ha pedido la protección de los civiles en sus refugios, incluidos los del norte de Gaza.
El conflicto ha provocado una grave crisis humanitaria en Gaza, con agua potable, alimentos, combustible y suministros médicos agotándose, y cientos de miles de personas huyendo hacia el cruce fronterizo con Egipto.
La Autoridad Palestina del Agua ha advertido que el suministro de agua en Gaza se está agotando debido a la destrucción de la capacidad de generación.
Estados Unidos está enviando un segundo portaaviones a la región para disuadir acciones hostiles contra Israel.
Irán ha advertido sobre «consecuencias de gran alcance» si no se detiene el bombardeo de Israel.
El conflicto entre Israel y Hamás continúa escalando y aumentando la posibilidad de que la guerra se extienda a otros frentes.
El intenso bombardeo y asedio impuesto por Israel a Gaza ha provocado importantes víctimas y destrucción de infraestructura.
Las autoridades de Gaza informan que más de 2.300 personas han muerto, una cuarta parte de ellas niños, y casi 10.000 han resultado heridas.
Según los informes, miles de personas han abandonado sus hogares.
El gobierno israelí ha advertido al grupo militante Hezbollah que no inicie una guerra en un segundo frente, amenazando con la «destrucción del Líbano» si lo hace.
El ejército israelí ha matado a un comandante de la Fuerza Nukhba de élite de Hamas.
Los líderes internacionales, incluido el presidente estadounidense Joe Biden, han pedido calma e instado a Israel a permitir la entrada de asistencia humanitaria a Gaza.
Rusia ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que vote un proyecto de resolución que pide un alto el fuego humanitario.
Estados Unidos está trabajando con aliados regionales para evitar que el conflicto se intensifique aún más y asegurar la liberación de los rehenes.
Estados Unidos planea trasladar un grupo de portaaviones al Mediterráneo oriental para disuadir acciones hostiles contra Israel y evitar que el conflicto se amplíe.
También hay enfrentamientos en la frontera norte de Israel con el Líbano, lo que genera temores de que la guerra se extienda a otro frente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido está aconsejando a los ciudadanos británicos en Gaza que se preparen para la posible apertura del cruce fronterizo de Rafah con Egipto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitó a las tropas que se preparan para una ofensiva terrestre, e Israel ha proporcionado una ruta segura para que los civiles evacuen el norte de Gaza durante tres horas.
El ejército israelí afirma que Hamás está impidiendo activamente que los civiles se vayan y acusa al grupo de ignorar la vida humana.
Se acusa a Hamás de impedir las evacuaciones de civiles por parte de Israel, mientras que Hamás afirma que la gente debería ignorar la orden de evacuación.
Las organizaciones internacionales y los grupos de ayuda piden calma e instan a Israel a permitir la entrada de asistencia humanitaria a Gaza.