Las autoridades indonesias extendieron el domingo por tres días la búsqueda de víctimas y una caja negra de los restos de un avión de pasajeros de Lion Air que se estrelló cerca de Yakarta el lunes de la semana pasada, matando a las 189 personas a bordo.
El avión se estrelló 13 minutos después de despegar.
La decisión se basó en una evaluación y observaciones del lugar del accidente, señalando que muchas de las víctimas no habían sido recuperadas.
Hasta el domingo, un total de 105 bolsas de cadáveres, y entregadas a la policía para su identificación forense, aunque sólo se habían identificado 14 víctimas.
La agencia está priorizando la recuperación de los restos de las víctimas y la grabadora de voz de la cabina del piloto, la segunda de dos cajas negras.
Se cree que la segunda caja negra está a unos 50 metros del área de búsqueda principal, donde el agua tiene sólo 98 pies de profundidad, pero las corrientes oceánicas y el lodo han complicado los esfuerzos de búsqueda.
El piloto del vuelo JT610 había pedido y recibido permiso para regresar a Yakarta, pero lo que salió mal sigue siendo un misterio.
Indonesia es uno de los mercados de aviación de más rápido crecimiento en el mundo, pero su historial de seguridad ha sido irregular. Su panel de seguridad del transporte investigó 137 incidentes graves de aviación desde 2012 hasta 2017.