En un giro dramático de los acontecimientos, se informa que Israel lanzó un ataque contra Irán, lo que marcó una escalada significativa en las tensiones actuales entre las dos naciones.
El ataque, que tuvo lugar durante la noche, tuvo como objetivo la ciudad central de Isfahan, donde se encuentran varias instalaciones nucleares y un importante complejo de producción de misiles.
Según los medios estatales iraníes, se desplegaron baterías de defensa aérea para derribar tres drones sobre Isfahán, tras informes no confirmados de explosiones en la zona.
Sin embargo, el gobierno iraní restó importancia al incidente y afirmó que no hubo daños en ninguno de sus sitios nucleares.
La Agencia Internacional de Energía Atómica también confirmó que no hubo daños a las instalaciones nucleares de Irán.
El ataque se produce pocos días después de que Irán disparara una andanada de más de 300 drones y misiles contra objetivos en Israel, en represalia por un presunto ataque aéreo israelí contra su consulado en Siria el 1 de abril.
El ataque, que fue interceptado por Israel y sus aliados, incluido Estados Unidos, provocaron sólo una baja israelí conocida: una niña de 7 años que resultó gravemente herida por la metralla de un misil interceptado.
Estados Unidos ha negado cualquier participación en el ataque de represalia de Israel contra Irán, y el secretario de Estado Antony Blinken afirmó que «Estados Unidos no estuvo involucrado en ninguna ofensiva de Israel».
Sin embargo, dos funcionarios estadounidenses dijeron a CBS News, socio estadounidense de la BBC, que un misil israelí había impactado a Irán durante la noche.
El ataque ha provocado reacciones de personas importantes de todo el mundo, y muchos pidieron una reducción de la tensión y moderación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Omán condenó el ataque israelí y pidió el fin de los repetidos ataques militares de Israel en la región.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto también expresó su profunda preocupación por una escalada de hostilidades entre Israel e Irán y advirtió sobre las consecuencias de la ampliación del conflicto y la inestabilidad en la región.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía pidió a todas las partes que se abstuvieran de tomar medidas que pudieran conducir a un conflicto más amplio en Oriente Medio e instó a que se diera prioridad a detener la masacre en Gaza y garantizar una paz duradera en la región mediante el establecimiento de un Estado palestino.
El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, advirtió contra el peligro de una escalada regional y pidió el fin de las represalias israelíes-iraníes.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, pidió una «desescalada absoluta» e instó a todos a ser cautelosos para evitar una escalada.
Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 también instaron a «todas las partes» a «trabajar para evitar una mayor escalada» en Oriente Medio.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que «ya es hora de detener el peligroso ciclo de represalias en Oriente Medio» y apeló a la comunidad internacional a trabajar junta para evitar cualquier acontecimiento que pueda tener consecuencias devastadoras para toda la región y más allá de.
El ataque también ha generado preocupación sobre la seguridad de los vuelos en la región, con la suspensión de vuelos a Teherán, Isfahán y Shiraz tras informes de una explosión en Irán.
Sin embargo, los medios estatales iraníes informaron que se han reanudado las operaciones normales.
A medida que las tensiones continúan aumentando en la región, queda por ver cómo se desarrollará la situación en los próximos días y semanas.
Con Israel e Irán en alerta máxima y con la posibilidad de nuevos ataques y represalias, la comunidad internacional insta a la calma y la moderación para evitar un conflicto en toda regla.
Vale la pena señalar que este ataque se produce en un momento en que la región ya está lidiando con una guerra devastadora en Gaza, que ha matado a casi 34.000 personas y aumenta los temores de una espiral de violencia en toda la región.
Los acontecimientos recientes también han generado preocupación sobre la posibilidad de un conflicto regional más amplio, que involucre a otros países de Medio Oriente.
A la luz de estos acontecimientos, es importante que todas las partes actúen con moderación y trabajen para encontrar una solución pacífica a los conflictos en curso.
Es necesario intensificar los esfuerzos diplomáticos para evitar una mayor escalada y garantizar la seguridad de todas las personas en la región.