El presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo el martes que su país no puede permanecer callado sobre el uso de sanciones como armas mientras se encuentra en una amarga disputa con Estados Unidos por el destino de un pastor cristiano evangélico estadounidense detenido en Ankara.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se dirigió a la 73ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede en Nueva York, el martes.
Estados Unidos ha pedido la liberación del pastor Andrew Brunson, quien fue trasladado a arresto domiciliario en julio después de permanecer detenido durante 21 meses. Si es declarado culpable, podría ser encarcelado por hasta 35 años. Él niega los cargos.
Turquía dice que Estados Unidos debe respetar el proceso legal para el pastor, cuyo juicio en Turquía por cargos de terrorismo ha enfurecido al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
En agosto, Trump autorizó una duplicación de los aranceles sobre el aluminio y el acero importados de Turquía. Turquía respondió de la misma manera, elevando los aranceles a los automóviles estadounidenses, las importaciones de alcohol y tabaco.
La lira ha perdido casi un 40 por ciento de su valor frente al dólar este año por las preocupaciones sobre el control de Erdogan sobre la política monetaria y la disputa diplomática entre Ankara y Washington.
La administración de Trump también impuso sanciones a dos altos funcionarios del gabinete de Erdogan como parte de sus esfuerzos para presionar a Turquía para que libere a Brunson.
Ankara y Washington también están en desacuerdo sobre los intereses divergentes en Siria, donde Washington apoya a los rebeldes kurdos a quienes Turquía considera terroristas.