El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó el viernes una resolución pidiendo un alto el fuego inmediato en Gaza y exigiendo que Israel rinda cuentas por posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Esta resolución tan polémica ha provocado indignación y debate entre los estados miembros y una vez más ha puesto el conflicto de larga data entre Israel y Palestina en el centro de atención mundial.
La resolución, que fue adoptada con 28 votos a favor, 13 abstenciones y 6 votos en contra, llega tras una brutal campaña militar israelí en Gaza que comenzó el 7 de octubre.
Esta campaña, en respuesta a los ataques de Hamás y otros grupos terroristas, ha provocado la muerte de 1.200 personas y la toma de 253 personas como rehenes.
La situación en Gaza ha sido descrita como una crisis humanitaria, con informes de hambre y sufrimiento generalizados.
Y entre las víctimas, siete trabajadores humanitarios pertenecientes al grupo de ayuda World Central Kitchen murieron en un ataque aéreo de Israel el lunes por la noche, lo que provocó indignación mundial.
Cuando el CDHNU se reunió en Ginebra, las discusiones acaloradas y las tensiones aumentaron entre sus 47 estados miembros.
La resolución, que ha sido denominada “resolución de rendición de cuentas”, fue más allá de los llamamientos anteriores a un embargo de armas contra Israel y exigió que los países se abstuvieran de exportar armas o municiones a Israel.
La resolución también pidió una comisión independiente para investigar las muertes de los siete trabajadores humanitarios y la situación más amplia en Gaza.
La resolución del CDH no condenó a Hamás, el grupo terrorista responsable del ataque a Israel que desató la operación militar.
Esto ha dejado a muchos preguntándose por qué la resolución parecía echar toda la culpa a Israel y no reconocía las acciones de Hamás.
El embajador de Israel ante la ONU, Meirav Eilon Shahar, se apresuró a señalar esto, afirmando que «este consejo ha abandonado durante mucho tiempo al pueblo israelí y ha defendido a Hamás durante mucho tiempo».
Muchos países, incluidos Estados Unidos y Alemania, no apoyaron la resolución y votaron en contra.
Estados Unidos, en particular, expresó su preocupación por el lenguaje sesgado y el hecho de que no se responsabiliza a Hamás por sus acciones.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Bruselas para una cumbre, enfatizó que Estados Unidos está revisando cuidadosamente la investigación de Israel sobre el incidente y las medidas que están tomando para abordarlo.
La resolución también ha provocado acaloradas reacciones de las autoridades palestinas e israelíes.
El embajador palestino, Ibrahim Khraishi, acusó a Israel de genocidio contra los palestinos en Gaza, mientras que el representante permanente de Israel ante las Naciones Unidas, Meirav Eilon Shahar, acusó al CDHNU de ser un escudo para los terroristas y condenó la resolución por condenar el derecho de Israel a la autodefensa.
Además del embargo de armas y el llamado a un alto el fuego inmediato, la resolución del CDH también denunció los asentamientos israelíes en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, así como en los Altos del Golán, calificándolos de seria amenaza para cualquier futuro Estado palestino.
La resolución también expresó gran preocupación por los informes de graves violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra en el territorio palestino ocupado.
En medio de todo el caos y las acusaciones, el informe traerá la tan necesaria rendición de cuentas y justicia para las víctimas y sus familias.
El mundo sigue de cerca la situación en Israel y Gaza, y es hora de que la comunidad internacional se levante y actúe.
Esta resolución es un paso en la dirección correcta, pero es necesario hacer más para garantizar la protección de vidas inocentes.
El gobierno de Israel ya ha tomado algunas medidas para abordar los errores cometidos en el ataque aéreo contra los trabajadores humanitarios, incluido el despido de dos oficiales y la reprimenda a altos comandantes.
Sin embargo, es importante que el país coopere plenamente con la investigación y tome más medidas para evitar que ocurran tragedias similares en el futuro.
También es crucial que otros países asuman la responsabilidad y detengan el suministro de armas a Israel, como se pide en la resolución del CDHNU.
Esto no sólo evitará más violencia y violaciones de derechos humanos, sino que también enviará un fuerte mensaje a Israel de que sus acciones no serán apoyadas ni toleradas por la comunidad internacional.
Además del embargo de armas, la resolución también pide un alto el fuego inmediato y exige que Israel cumpla con su responsabilidad de prevenir el genocidio.
Esto es un recordatorio de que, si bien la situación en Gaza puede ser complicada y estar llena de tensiones políticas, es importante dar prioridad a la protección y el respeto de los derechos humanos de todas las personas.
La resolución del CDH también destaca la necesidad de rendición de cuentas y justicia por parte de ambas partes, ya que condena el lanzamiento de cohetes desde Gaza e insta a la liberación de los ciudadanos israelíes secuestrados.
Es crucial que todas las partes involucradas asuman la responsabilidad de sus acciones y trabajen para lograr encontrar una solución pacífica y sostenible.
La ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se unió a una coalición de legisladores demócratas estadounidenses para instar al presidente Joe Biden a poner fin a las transferencias de armas a Israel tras un ataque de las FDI en Gaza que cobró la vida de siete miembros del personal de World Central Kitchen.
Los legisladores subrayan la necesidad de suspender las transferencias de armas ofensivas en espera de una investigación exhaustiva, subrayando la importancia de salvaguardar a civiles inocentes, incluidos los trabajadores humanitarios, y facilitar la distribución de ayuda humanitaria en Gaza.
El respaldo de Pelosi significa un cambio en la posición demócrata predominante sobre la asistencia militar estadounidense a Israel, subrayando la demanda de transparencia y responsabilidad en las transferencias de armas.
La dedicación del presidente Biden a priorizar la seguridad en la región resuena con el creciente discurso dentro del Partido Demócrata para revisar las estrategias de Estados Unidos en Medio Oriente para prevenir violaciones de derechos humanos y aliviar conflictos.
Los trágicos sucesos en Gaza han reavivado los diálogos sobre la rendición de cuentas, la transparencia y las consideraciones humanitarias en la política exterior de Estados Unidos, acentuando la necesidad crítica de abordar la crisis humanitaria, avanzar en los esfuerzos de paz y garantizar la protección de las vidas de los civiles y las provisiones de ayuda.
De cara al futuro, es importante que la comunidad internacional siga supervisando la situación en Israel y Gaza y adopte medidas cuando sea necesario.
Siempre se deben dar prioridad a los derechos y las vidas de los civiles inocentes, y es responsabilidad de todos los países trabajar juntos para lograr la paz y la justicia en la región.