Brote de misteriosa enfermedad en el Congo mata a decenas de personas

Una misteriosa enfermedad parecida a la gripe ha surgido en la República Democrática del Congo, cobrándose la vida de decenas de personas, muchas de ellas niños. 

Entre el 10 y el 25 de noviembre de 2024, la zona sanitaria de Panzi, en la provincia suroccidental de Kwango, fue testigo de un aumento de las muertes relacionadas con esta enfermedad no identificada. 

Se han observado síntomas como fiebre, dolor de cabeza, tos y anemia en los afectados. 

Si bien los informes iniciales del Ministerio de Salud Pública de la República Democrática del Congo sugirieron 79 muertes de 376 casos, las autoridades locales han indicado una cifra más alarmante, estimando que el número de muertos asciende a 143.

PREOCUPACIONES SOBRE EL BROTE

A la preocupación se suma la alta tasa de mortalidad de la enfermedad. La naturaleza remota de la zona sanitaria de Panzi, situada aproximadamente a 435 millas (700 kilómetros) de la capital, Kinshasa, presenta un desafío significativo para el acceso y la prestación de atención médica.

Los expertos epidemiológicos enviados a investigar el brote tuvieron que hacer un viaje de dos días para llegar a la zona afectada. Para agravar estos problemas, se sabe que el sistema de atención sanitaria en las zonas rurales del Congo es débil.

A pesar de las garantías del Ministerio de Salud sobre la provisión de tipos específicos de atención, los informes de Panzi revelan una cruda realidad: un hospital local que lucha con medicamentos y suministros médicos inadecuados.

RESPUESTAS Y DESAFÍOS LOCALES

Ante esta enfermedad desconocida y mortal, muchos residentes están recurriendo a médicos tradicionales para recibir tratamiento. 

Trágicamente, algunas muertes entre las personas hospitalizadas se han atribuido a la falta de disponibilidad de transfusiones de sangre y a la gravedad de las complicaciones respiratorias.

Claude Niongo, un residente de Panzi, compartió la desgarradora pérdida de su esposa y su hija de siete años a causa de la enfermedad. 

Describió su agonizante experiencia con fiebres altas, vómitos y, finalmente, sucumbiendo a la enfermedad. 

El relato de Niongo subraya la urgencia de la situación y la desesperada necesidad de una intervención médica eficaz.

Lucien Lufutu, presidente del marco de consulta de la sociedad civil de la provincia de Kwango, confirmó el lamentable estado del hospital. 

Señaló la falta de medicamentos y suministros esenciales, lo que obliga a la gente a depender de los curanderos tradicionales debido a la naturaleza desconocida de la enfermedad. 

Lufutu también mencionó la propagación de la enfermedad a la cercana zona sanitaria de Katenda, destacando el potencial de una mayor expansión geográfica.

RESPUESTA INTERNACIONAL E INVESTIGACIONES

Reconociendo la gravedad de la situación, las organizaciones internacionales de salud han entrado en acción. 

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están monitoreando de cerca el brote. 

La OMS ha enviado un equipo a la región con el mandato de recolectar muestras y realizar investigaciones exhaustivas. 

Los CDC, que mantienen comunicación con el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo, están listos para brindar apoyo adicional si es necesario.

Las evaluaciones preliminares sugieren que la enfermedad podría transmitirse por el aire, dados sus síntomas respiratorios. 

Sin embargo, la causa definitiva sigue siendo difícil de determinar a la espera de los resultados de las pruebas de laboratorio. 

La proximidad de los seres humanos y la vida silvestre en la región plantea el espectro de la transmisión zoonótica, en la que una enfermedad pasa de los animales a los seres humanos.

REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO SE ENFRENTA A MÚLTIPLES CRISIS SANITARIAS

A la complejidad de la situación se suma la epidemia de mpox que se ha apoderado del Congo. Con más de 47.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes sospechosas por mpox en el país, la aparición de esta enfermedad no identificada presiona aún más a un sistema de salud que ya está sobrecargado. 

El Ministro de Salud del Congo, Roger Kamba, reconociendo la gravedad de la situación, anunció que el gobierno está en alerta máxima con respecto a esta nueva amenaza.

Este brote subraya la vulnerabilidad de las regiones con una infraestructura sanitaria limitada y la importancia de la vigilancia y la respuesta oportunas a las enfermedades. 

Mientras el mundo espera respuestas definitivas sobre la naturaleza y el origen de esta enfermedad, el enfoque inmediato sigue siendo proporcionar la atención médica necesaria a la población afectada y contener la propagación de la enfermedad.

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