El Papa Francisco dictaminó en contra de la ordenación de hombres casados en la región amazónica como un medio para abordar la escasez de sacerdotes católicos.
Los obispos respaldaron la medida el año pasado, pero la decisión necesitaba la aprobación del Papa para ser implementada.
Los sacerdotes católicos deben cumplir con la regla del celibato al momento de la ordenación, excepto en los casos en que los ministros anglicanos casados se hayan convertido.
El celibato es visto como la devoción de la vida a Dios.
El ala conservadora de la Iglesia Católica, particularmente en Europa y América del Norte, se ha manifestado en contra de la idea de los sacerdotes casados, argumentando que esto podría conducir a la abolición global del celibato.
El Papa dijo que había una necesidad de ministros que pudieran entender las sensibilidades y culturas amazónicas desde adentro.
Instó a los obispos a «promover la oración por las vocaciones sacerdotales» y alentar a aquellos que quieran convertirse en misioneros a «optar por la región amazónica».
En octubre del año pasado, un sínodo de 184 obispos se reunió en el Vaticano para discutir el futuro de la Iglesia en la Amazonía.
Se argumentó que a los hombres mayores y casados se les debería permitir convertirse en sacerdotes.
Sin embargo, tendrían que ser hombres que sean particularmente respetados y que preferiblemente provengan de las comunidades indígenas donde tienen la intención de trabajar.
Se estima que al menos el 85% de las aldeas en la Amazonía no pueden celebrar misa todas las semanas como resultado de la escasez de sacerdotes.
Un libro publicado el mes pasado por los conservadores de la Iglesia defendió la tradición del celibato de los sacerdotes católicos romanos.
“From the Depths of Our Hearts” fue escrito en coautoría por el cardenal Robert Sarah y el ex papa Benedicto, aunque el predecesor de Francisco posteriormente se desvinculó del proyecto.
Los funcionarios del Vaticano dijeron que el Papa completó la Exhortación el 27 de diciembre, antes de la controversia del libro, y lo entregó para su traducción. Dijeron que no se hicieron cambios después de eso.
También el miércoles, el Papa argentino de 83 años anunció que había decidido no permitir que las mujeres sirvieran como diáconos, un rango inferior al de los sacerdotes.
Los diáconos, como los sacerdotes, son ministros ordenados. Pueden predicar, enseñar, bautizar y dirigir parroquias, pero no pueden decir misa. Los hombres casados pueden convertirse en diáconos.
Por separado, Francisco pidió que se defienda el medio ambiente en la Amazonía debido a su papel vital en la mitigación del calentamiento global.