2024 ha estado marcado por el resurgimiento de la influenza aviar, un virus que ha saltado las barreras entre especies, infectando no sólo a las aves de corral y silvestres, sino también al ganado lechero y, lo que es más preocupante, a los humanos. 

Esta situación ha despertado preocupación entre los funcionarios de salud de todo el mundo, lo que ha provocado una ola de investigaciones, sacrificios y llamados a una mayor vigilancia.

El epicentro de esta crisis de influenza aviar ha sido América del Norte, con brotes que se extendieron por todo Estados Unidos y culminaron con una muerte trágica en México. 

En abril, un hombre de 59 años del Estado de México se convirtió en el primer ser humano conocido en sucumbir a la cepa H5N2 del virus. 

Este caso sin precedentes, reportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 23 de mayo, encendió las alarmas ya que el hombre no tenía contacto conocido con aves de corral, fuente habitual de infecciones humanas.

«Este es el primer caso humano confirmado por laboratorio de infección por el virus de la influenza A (H5N2) reportado a nivel mundial», declaró la OMS, lo que generó preguntas sobre la posible transmisión de persona a persona. 

Si bien mantuvo que el riesgo para el público en general seguía siendo bajo , la OMS enfatizó la necesidad de una investigación y vigilancia continuas.

A la inquietud se sumó un brote simultáneo de una cepa diferente, H5N1, en Estados Unidos. Esta cepa, si bien no es nueva para los humanos, ha estado causando estragos en las granjas avícolas y, de manera alarmante, infiltrándose en los rebaños de ganado lechero. 

En julio, el departamento de Agricultura  informó sobre brotes de H5N1 en 152 rebaños de ganado, lo que marcó una propagación del virus sin precedentes.

La Dra. Nahid Bhadelia, destacada experta en enfermedades infecciosas y directora fundadora del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston, expresó su preocupación: 

«Lo que está sucediendo en Estados Unidos es más preocupante porque estamos viendo que este H5N1 aparece por primera vez en ganado lechero, y realmente se está extendiendo: nueve estados y 82 granjas”.

El impacto en la industria avícola ha sido particularmente severo.  Sólo en julio, un brote en una operación de puesta de huevos en el condado de Weld, Colorado, obligó al sacrificio de casi 1,8 millones de pollos. 

Esto siguió a una serie de brotes similares en meses anteriores, lo que elevó el número total de aves sacrificadas en Colorado a más de 6 millones.

El gobernador Jared Polis, en respuesta al brote del condado de Weld, declaró una emergencia por desastre y movilizó recursos estatales para contener la propagación. 

«El sacrificio masivo… es el segundo mayor en una bandada comercial desde que se detectó por primera vez la gripe aviar en Colorado a principios de 2002», afirmó un portavoz del Departamento de Agricultura de Colorado.

Si bien Estados Unidos ha informado de al menos siete infecciones humanas por H5N1 este año, todas han estado relacionadas con trabajadores agrícolas y provocaron síntomas leves.

Sin embargo, la Dra. Bhadelia advierte que «las infecciones humanas con este nuevo virus de la influenza (y otros) son preocupantes debido al potencial de causar enfermedades graves».

La falta de una comprensión clara de cómo el virus pasa de los animales a los humanos, junto con su rápida evolución y su capacidad para propagarse a través de diferentes poblaciones animales, hace que la situación sea particularmente desafiante.

La OMS, en respuesta a la evolución de la amenaza, ha emitido recomendaciones integrales, enfatizando la importancia de la vigilancia global, las medidas de bioseguridad en las granjas y las prácticas de higiene personal, particularmente para quienes manipulan aves de corral.

«Los viajeros a países con brotes conocidos de influenza animal deben evitar las granjas, el contacto con animales en los mercados de animales vivos, el ingreso a áreas donde los animales puedan ser sacrificados o el contacto con cualquier superficie que pueda haber sido contaminada con heces de animales», recomendó la OMS.

A medida que avanza el año 2024, el espectro de la gripe aviar sigue cobrando gran importancia. 

El mundo observa con gran expectación, esperando una contención efectiva mientras se prepara para la posibilidad de una crisis sanitaria global. 

Los científicos, los funcionarios de salud pública y los gobiernos están atrapados en una carrera contra el tiempo, trabajando incansablemente para comprender y controlar esta amenaza en evolución. 

Los próximos meses serán críticos para determinar la trayectoria de este brote y su impacto final en las poblaciones humanas y animales.