El fabricante de OxyContin, Purdue Pharma LP, se declaró en quiebra después de llegar a un acuerdo parcial para resolver más de 2.600 demandas.
Los demandantes alegan que ayudó a alimentar la crisis de opioides en los Estados Unidos.
Dos docenas de estados preparan el escenario para disputas legales responsabilizando a Perdue de una crisis de salud pública que se ha cobrado la vida de casi 400,000 personas entre 1999 y 2017, según los últimos datos de Estados Unidos.
Purdue ha negado las acusaciones en demandas alegando que “comercializaron agresivamente analgésicos recetados adictivos mientras engañaban a médicos y pacientes sobre sus riesgos de abuso y sobredosis”.