El Congreso invitó al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a su primera audiencia de juicio político el 4 de diciembre.
Jerrold Nadler, presidente demócrata del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, dijo que Trump podría asistir o «dejar de quejarse del proceso».
Si él asiste, el presidente podría interrogar a los testigos.
Marcaría la siguiente etapa en la investigación de juicio político, que se centra en una llamada telefónica de julio entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
En esa llamada, el presidente Trump le pidió a Zelensky que investigara a Joe Biden, actualmente el candidato principal para ser nominado como el candidato demócrata en las elecciones presidenciales del próximo año, y su hijo Hunter Biden, que anteriormente había trabajado para la compañía energética ucraniana Burisma.
La investigación busca determinar si Trump utilizó la amenaza de retener la ayuda militar estadounidense para presionar a Ucrania a investigar a los Bidens.
La nueva fase de la investigación podría llevar a cargos formales contra el presidente en cuestión de semanas.
El presidente negó haber actuado mal y calificó la investigación de «caza de brujas».
Un juicio determinaría si Trump debe ser condenado y destituido de su cargo.
Pero los republicanos del Senado han mostrado poca inclinación a destituir a Trump, el líder de su partido, que busca la reelección en 2020.
Una nueva encuesta de CNN muestra que la mitad del país cree que el presidente Donald Trump no sólo debe ser destituido por la Cámara, sino también destituido de su cargo.
Trump enfrentará a los votantes en un intento por un segundo mandato en menos de un año.