Soldados ucranianos resistieron un ultimátum ruso para deponer las armas el domingo en la ciudad portuaria sureña de Mariupol.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shymhal, dijo que Mariupol «no ha caído» a pesar del ultimátum de Rusia para su rendición y que las fuerzas ucranianas restantes «lucharán hasta el final».
Las autoridades ucranianas condenaron los ataques de la artillería rusa contra ciudades en el noreste y el continuo asedio a Mariupol.
Los bombardeos y ataques aéreos rusos alcanzaron múltiples objetivos en Ucrania, dijeron las autoridades.
«Esto no es más que terror deliberado: morteros, artillería contra barrios residenciales ordinarios, contra civiles comunes», dijo el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, la noche del domingo.
Dieciocho personas han muerto y más de 100 han resultado heridas en los bombardeos en los últimos cuatro días en la ciudad de Kharkiv, en el noreste de Ucrania, dijo Zelensky.
Según reportes, el domingo, cinco personas murieron y 20 resultaron heridas cuando un misil y un fuego de artillería alcanzaron el centro de Kharkiv y el suburbio de Saltivka.
El ejército ruso ha vuelto a centrar su ofensiva de combate en Donbas después de no poder vencer a la oposición ucraniana en el norte.
A la vez que que inicia ataques de largo alcance contra objetivos en otros lugares, incluida la capital de Ucrania, Kiev.
Después de más de dos meses de batallas mortales, Moscú afirmó tener el control casi total de Mariupol, exceptuando a los combatientes restantes en la acería de Azovstal con vistas al mar de Azov.
Rusia pidió el sábado a los combatientes ucranianos en acerías que depongan las armas, no obstante, Ucrania dijo que las tropas en Mariupol seguían luchando.
“A todos los que depongan las armas se les garantiza que se les salvará la vida”, dijo el sábado el Ministerio de Defensa de Rusia.
La acería de Azovstal, una de las plantas metalúrgicas más grandes de Europa, se ha convertido en el último bastión para los defensores de la ciudad.
Zelenskiy ha dicho que matar a sus tropas pondría fin a los esfuerzos de paz.
Mariupol, el puerto principal en la región de Donbas, conecta el territorio en poder de los separatistas prorrusos en el este con la región de Crimea que Moscú anexó en 2014.
Las fuerzas rusas dijeron que Mariupol estaría cerrada a la entrada y salida el lunes y que los hombres que quedaran en la ciudad serían «filtrados», según un asesor del alcalde de Mariupol.
El presidente Volodymyr Zelensky aseguró que Ucrania no entregará ningún territorio en la región oriental de Donbas.
Unos cuatro millones de ucranianos han huido del país, las ciudades han quedado destruidas y miles han muerto desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.