El sábado se produjo un trágico incidente en un centro comercial de Allen, Texas, al norte de Dallas, cuando ocho personas murieron como resultado de una balacera.
Un hombre abrió fuego al azar alrededor de las 3:30 p.m. matando a ocho compradores e hiriendo al menos a siete más. Hay niños entre las víctimas.
“Testigos describieron un tirador vestido completamente de negro disparando en frente de la tienda H&M”. El agresor fue derribado por un oficial de policía que en ese momento estaba respondiendo a una llamada no relacionada.
Las autoridades creen que el hombre actuó solo. Investigadores entrevistaron a los familiares del tirador. También piden la colaboración de los testigos, o si alguien pudo grabar la escena.
Según la policía, el tirador era un hombre de unos 30 años. El motivo del ataque aún no está claro, pero los investigadores están buscando posibles vínculos con el terrorismo doméstico o los grupos de odio.
El centro comercial, Premium Outlets, fue evacuado y acordonado cuando los servicios de emergencia llegaron a la escena. Las víctimas fueron llevadas a hospitales cercanos, donde algunos de ellos permanecen en estado crítico.
Los nombres y edades del fallecido aún no se han dado a conocer, en espera de la notificación de sus familias.
La gerencia del centro comercial emitió una declaración expresando sus condolencias y ofreciendo apoyo a la comunidad afectada.
El tiroteo ha provocado un renovado debate sobre el control de armas y la salud mental en el país, ya que muchas personas se preguntan cómo se podría haber evitado tal tragedia.
Algunos legisladores han pedido verificaciones de antecedentes y prohibiciones de antecedentes más estrictas en las armas de asalto, mientras que otros han argumentado que más ciudadanos armados podrían haber detenido al tirador.
Mientras tanto, los defensores de la salud mental han instado a más financiación y conciencia para los servicios y programas de salud mental.
El incidente también sacudió a los residentes de Dallas y sus áreas circundantes, que están de luto por la pérdida de sus conciudadanos y están lidiando con el trauma de presenciar tal violencia.
Muchas personas han dejado flores, velas y mensajes en un memorial improvisado fuera del centro comercial, mientras que otros han asistido a vigilias y servicios de oración en iglesias y mezquitas locales.
Algunas personas también han donado sangre o dinero para ayudar a los sobrevivientes y sus familias.
El tiroteo en el centro comercial al norte de Dallas es uno de los tiroteos masivos más mortales en la historia de Texas, y uno de los peores de la nación este año.
Ha dejado una cicatriz profunda en la comunidad y ha planteado muchas preguntas sobre seguridad, seguridad y sociedad.
A medida que la investigación continúa, muchas personas esperan que se sirva justicia y que comience la curación.
En los Estados Unidos en lo que va del año, ha habido al menos 198 tiroteos en los que cuatro o más personas fueron asesinadas o heridas, según el Archivo de Violencia Armada.
Ese es el máximo en este momento del año desde al menos 2016.
El grupo sin fines de lucro define un tiroteo masivo como cualquiera en el que cuatro o más personas son heridas o muertas, sin incluir al tirador.