En el cuarto aniversario de la muerte del general Qasem Soleimani, se produjeron dos explosiones cerca de su tumba en la ciudad de Kerman, Irán.
Las explosiones mataron al menos a 103 personas e hirieron a 170, algunas de las cuales sufrieron condiciones críticas.
Al evento asistieron cientos de iraníes que se habían reunido para conmemorar el aniversario de la muerte de Soleimani.
Las imágenes que surgieron del lugar de las explosiones mostraron que la tumba de Soleimani no resultó dañada, lo que indica que las explosiones no tuvieron lugar en las inmediaciones de la tumba.
Los medios estatales iraníes informaron que las explosiones fueron causadas por ataques terroristas, y que algunos de los explosivos se ubicaron a cientos de metros del lugar del entierro.
No hubo altos funcionarios del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica
presentes durante las explosiones. La primera explosión fue más fuerte que la segunda, provocando una estampida en la zona.
Los miembros de la multitud huyeron de la escena después de las explosiones, y hubo preocupación por una segunda explosión retrasada, un método frecuentemente empleado por los militantes para atacar a los servicios de emergencia.
Ha habido múltiples especulaciones sobre la identidad de los atacantes, desde estados rivales hasta organizaciones militantes.
Este incidente intensifica las tensiones ya intensificadas en el Medio Oriente y podría amenazar la estabilidad regional.
Las explosiones que ocurrieron durante el evento del aniversario de la muerte de Qassem Soleimani fueron reportadas como «ataques terroristas» por los medios estatales iraníes.
Sin embargo, hubo informes iniciales que sugerían incertidumbre sobre la causa del incidente, y algunos funcionarios mencionaron la posibilidad de una explosión de gas.
Informes posteriores confirmaron que las explosiones fueron causadas efectivamente por «ataques terroristas».
Los detalles específicos sobre la naturaleza y origen de los explosivos utilizados en los ataques no han sido proporcionados en la información disponible.
Qasem Soleimani era el jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, una unidad de élite que maneja las operaciones de Irán en el extranjero y que Estados Unidos consideraba una organización terrorista extranjera.
El Pentágono acusó a Soleimani y sus tropas de ser «responsables de la muerte de cientos de militares estadounidenses y de la coalición y de las heridas de miles más».
Conocido como el «comandante en la sombra» de Irán, Soleimani había dirigido la Fuerza Quds desde 1998 y fue el cerebro de las operaciones militares iraníes en Irak y Siria.
Los ataques en el aniversario de la muerte de Soleimani han generado preocupación sobre la posibilidad de que haya más violencia en la región.
Irán ha prometido vengar la muerte de Soleimani y las tensiones entre Irán y Estados Unidos se han mantenido altas desde el asesinato.
Estados Unidos ha acusado a Irán de apoyar a grupos terroristas y desestabilizar la región, mientras que Irán ha acusado a Estados Unidos de agresión e interferencia en sus asuntos.
El gobierno iraní condenó los ataques y prometió llevar a los perpetradores ante la justicia.
«Los enemigos de Irán y de la región, que están contra la estabilidad y la seguridad de la República Islámica, son responsables de este crimen», afirmó el presidente iraní, Hassan Rouhani, en un comunicado. «La nación iraní no olvidará esto y no lo dejará sin respuesta».
Los ataques también han sido condenados por otros países y organizaciones internacionales. Las Naciones Unidas han pedido que los perpetradores sean llevados ante la justicia y que todas las partes actúen con moderación.
«El Secretario General está profundamente entristecido por las pérdidas de vidas y los heridos causados por las explosiones», afirmó un comunicado de la ONU. «Pide que los perpetradores sean llevados ante la justicia y que todas las partes ejerzan la máxima moderación y eviten cualquier escalada que podría ser peligrosa para la región».
La Unión Europea también ha condenado los ataques y ha expresado su pésame a las familias de las víctimas.
«La Unión Europea condena en los términos más enérgicos posibles los ataques terroristas que tuvieron lugar en Irán», afirmó un comunicado de la UE.
«Expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y deseamos una pronta recuperación a los heridos. La UE se solidariza con el pueblo y las autoridades iraníes en la lucha contra el terrorismo».
Los ataques terroristas que ocurrieron durante el aniversario de la muerte de Qasem Soleimani generaron preocupación sobre la posibilidad de que haya más violencia en la región.
La situación sigue siendo tensa y no está claro cuáles serán las implicaciones a largo plazo de los ataques para Irán y la región en general.