El lunes se produjo un gran incendio en la catedral de Notre-Dame, en el centro de París, que amenaza una joya del patrimonio mundial.
La causa aún no está clara, pero las autoridades dicen que podría estar vinculada a trabajos de renovación.
En la capital francesa se arroja una cortina de humo en una de las atracciones más visitadas de Europa.
La aguja principal de la catedral gótica, que data del siglo XII, se derrumbó cuando las llamas estallaron a través del techo.
El presidente Emmanuel Macron canceló un importante discurso televisivo para ir a la escena y reunirse con altos funcionarios.
La policía ha estado tratando de mantener a los espectadores alejados de la iglesia, pero eso no les ha impedido que se alineen en las orillas del Sena para ver cómo las llamas continúan ardiendo.
Los jefes de bomberos franceses dijeron a la agencias de noticias que la estructura de Notre-Dame probablemente podría ser salvada de la destrucción total.
El emblemático edificio del siglo XII es famoso por sus vitrales, sus contrafuertes voladores y sus gárgolas talladas.
El Vaticano ha dicho que las noticias del incendio causaron «conmoción y tristeza», y agregó que estaba rezando por los servicios de bomberos franceses.
Los ciudadanos franceses han estado llorando abiertamente en las calles.
Varias iglesias alrededor de la capital francesa están sonando sus campanas en respuesta al incendio en Notre-Dame.