Un enfrentamiento entre las fuerzas progubernamentales de Nicaragua y los manifestantes barricados durante la noche dentro de una iglesia dejó al menos un estudiante muerto, dijeron líderes religiosos el sábado.
Los manifestantes participaron en un paro nacional contra el presidente Daniel Ortega el viernes. El país centroamericano ha sido escenario de protestas a veces violentas desde abril.
La oposición busca la renuncia del presidente Ortega y el retorno a la democracia. Más de 300 personas han muerto desde el comienzo de la revuelta.
Cientos de estudiantes contra Ortega han estado ocupando la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua desde mayo, levantando barricadas alrededor del campus para mantener a las tropas alejadas.
Una huelga nacional vació las calles el viernes cuando las empresas cerraron sus puertas, atendiendo el llamado de los grupos de la sociedad civil que exigieron la renuncia de Ortega después de más de tres meses de sangrientos disturbios civiles.
La huelga general siguió a las protestas masivas que se desplegaron en toda la nación centroamericana el jueves.
El viernes, al menos 150 personas, incluidos estudiantes líderes religiosos, médicos y periodistas, se atrincheraron dentro de la Iglesia Católica de la Divina Misericordia en Managua, cerca del campus universitario. Al menos tres personas dentro del cargo resultaron heridas, dijo Paulo Abrao, funcionario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La Conferencia Episcopal Nicaragüense dijo que un joven murió a consecuencia de una bala en la cabeza de las fuerzas nicaragüenses.
Las fuerzas mantuvieron a los civiles atrapados en la iglesia durante la noche, lo que permitió que un convoy de ambulancias llevara a los heridos al hospital la noche del viernes.
En breves palabras, Ortega dijo que lamentaba la crisis y ofreció sostener conversaciones con los opositores de su gobierno.
«Invito a poner fin al enfrentamiento y a que todos nos unamos para brindar a las personas la paz que Nicaragua necesita», dijo, flanqueado por sus partidarios.
Ortega, un enemigo estadounidense de la era de la Guerra Fría, está cumpliendo su tercer mandato consecutivo, que durará hasta 2021.
En mayo, Amnistía Internacional acusó al gobierno nicaragüense de utilizar una «estrategia letal» contra los manifestantes y condenó presuntas ejecuciones extrajudiciales desde el comienzo de la revuelta.