Casi cien inmigrantes que habían quedado varados en el barco de rescate Open Arms frente a la costa de Lampedusa desembarcaron en la isla italiana el martes por la noche.

Así culminó un prolongado enfrentamiento entre la organización benéfica española que opera el barco y el gobierno en Roma.

Los migrantes, principalmente de África, fueron retirados del barco después de que un fiscal italiano ordenó la captura del barco y la evacuación de las personas a bordo.

El barco atracó en el puerto de Lampedusa justo después de las 2330 CET (2230 GMT) del martes.

El barco Open Arms, dirigido por una organización benéfica española del mismo nombre, había rescatado a los migrantes que se dirigían a Europa frente a la costa libia.

 Pero después de que Italia se negó a dejarlo atracar, el barco había estado varado en el mar durante casi tres semanas.

La organización benéfica dijo que los migrantes estaban angustiados y necesitaban urgentemente encontrar refugio.

El director y fundador de Open Arms, Oscar Camps, confirmó anteriormente en Twitter que el barco sería incautado temporalmente, y agregó que era «un costo que Open Arms asume para garantizar que las personas a bordo puedan ser atendidas».

 España envió un barco naval el martes por la tarde para rescatar a los migrantes y llevarlos a Mallorca después de que algunos de ellos saltaron por la borda.

Pero la marina española llegaría a Lampedusa en tres días y Open Arms dijo repetidamente que la situación a bordo era desesperada y que algunos migrantes tenían tendencias suicidas.

Los pasajeros dormían atorados en la cubierta y compartían dos baños.

Italia ha tomado una línea dura en la entrada de migrantes, diciendo que ha asumido demasiada responsabilidad para manejar la migración africana a Europa. 

El ministro del Interior, Matteo Salvini, dice que los barcos de caridad se han convertido en «taxis» para los traficantes de personas.