Turquía se dirige a una segunda vuelta electoral después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan y su principal rival, Kemal Kilicdaroglu, no lograran obtener la mayoría de los votos en las elecciones del domingo.
Con el 99,9 % de los votos escrutados, Erdogan obtuvo el 49,4 % de los votos, mientras que Kilicdaroglu obtuvo el 45 %. Un tercer candidato, Sinan Ogan, recibió el 5,2% de los votos.
Según la ley turca, se llevará a cabo una segunda vuelta el 28 de mayo si ningún candidato gana la mayoría de los votos en la primera ronda.
Se espera que la segunda vuelta electoral sea una carrera reñida, con Erdogan y Kilicdaroglu corriendo cabeza a cabeza en las encuestas.
El resultado de las elecciones tendrá un impacto significativo en el futuro de Turquía. Erdogan ha estado en el poder durante 20 años y su reelección significaría cuatro años más de su gobierno autoritario.
Kemal Kilicdaroglu ha unido a la oposición en un intento por derrocar a Erdogan.
Una victoria de Kilicdaroglu representaría un cambio significativo en la política turca y podría conducir a un gobierno más democrático e inclusivo.
La elección fue vista como un referéndum sobre el gobierno de Erdogan, que ha estado marcado por la agitación económica, la represión de la disidencia y una política exterior que ha alienado a los aliados de Turquía.
Se espera que la segunda vuelta electoral sea reñida y el resultado tendrá un gran impacto en el futuro de Turquía.
Estos son algunos de los factores clave que podrían dar forma al resultado de la segunda vuelta:
La economía: La economía de Turquía está en una profunda recesión y la inflación está en su punto más alto en 20 años.
Esto podría perjudicar a Erdoğan, a quien se considera responsable de los problemas económicos del país.
Disidencia: Erdogan ha tomado medidas enérgicas contra la disidencia en los últimos años, encarcelando a periodistas, académicos y políticos de la oposición.
Esto podría alejar a los votantes que están cansados de su estilo autoritario de gobierno.
Política exterior: Erdoğan se ha distanciado de los aliados tradicionales de Turquía en Occidente y ha perseguido una política exterior más independiente. Esto podría atraer a algunos votantes, pero también podría alienar a otros.
Se espera que la segunda vuelta electoral sea una contienda reñida, y el resultado tendrá un gran impacto en el futuro de Turquía.
El parlamento ha pasado a un segundo plano en los últimos años, pero podría volver a ser importante si la oposición gana las elecciones presidenciales y busca que el país vuelva a tener un sistema parlamentario.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo de Erdogan es populista y conservador y se aleja del pasado secularista de Turquía y se inclina hacia el islamismo, mientras que el Partido Popular Republicano de Kilicdaroglu es el principal partido de oposición y ha obtenido importantes victorias en una serie de municipios de las grandes ciudades, incluidos Estambul, Ankara e Izmir.
Otros candidatos para las elecciones presidenciales incluyen a Meral Aksener, quien lidera el segundo partido más grande de la alianza opositora, el centrista y nacionalista Partido IYI.
Los resultados de las elecciones turcas podrían tener implicaciones significativas para la estabilidad regional.
El resultado de las elecciones generales no solo afectará los asuntos internos de Turquía, sino que también tendrá un impacto en la política exterior del país, lo que tendrá implicaciones significativas en los campos de la seguridad y la diplomacia regional e internacional.
Los resultados darán forma a la política exterior de Turquía y las relaciones con sus vecinos árabes, que han evolucionado drásticamente en los últimos dos años tras la distensión de Ankara con los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí tras una década de tensión.
El resultado parlamentario general sugiere una victoria para una variedad de partidos nacionalistas, pero una derrota sorpresiva para la coalición de oposición de seis partidos encabezada por Kilicdaroglu, que esperaba obtener la mayoría.
Kemal Kilicdaroglu obtuvo solo el 35,1 % de los votos parlamentarios, lo que se proyecta que se traduzca en unos 213 de los 600 escaños.
Kilicdaroglu se había comprometido a restaurar un sistema de democracia parlamentaria.
Bajo el presidente Erdogan, Turquía se ha convertido en el socio comercial indispensable de Rusia y, en ocasiones, en un intermediario diplomático bajo el presidente Erdogan, y esta relación ha adquirido una importancia aún mayor para el Kremlin desde la invasión de Ucrania.
A pesar de las tensiones entre Turquía y los aliados de la OTAN en los últimos años debido a los crecientes lazos de Turquía con Rusia, se espera que Ankara mantenga relaciones cordiales con Rusia que ya han soportado varios años de cambio dramático en la política exterior de Ankara.
El mundo observa a Turquía con gran expectación mientras se dirige a una segunda vuelta electoral que podría determinar el futuro del país.
La elección es importante para muchos turcos, ya que 2023 marca el centenario de la fundación del país como república tras el colapso del Imperio Otomano, y está programada una celebración nacional para el aniversario, el 29 de octubre, y el presidente la presidirá.
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