En un movimiento que resonó en el mundo de la tecnología, Nvidia, la potencia de los chips de inteligencia artificial (IA), logró una asombrosa valoración de mercado que superó los 3 billones de dólares el miércoles pasado.
Este aumento sin precedentes, impulsado por un hambre global insaciable por sus procesadores de inteligencia artificial de alta gama, catapultó a la compañía más allá de Apple para convertirse en la segunda entidad más valiosa del mundo, sólo detrás de Microsoft.
Pero este triunfo es más que un simple juego de números. Representa un cambio sísmico en Silicon Valley, que señala un posible cambio de guardia.
Desde el lanzamiento del iPhone por parte de Apple en 2007, la compañía cofundada por Steve Jobs ha reinado supremamente, personificando la innovación y el dominio del mercado.
Ahora, Nvidia, impulsada por la revolución de la IA, está desafiando ese mismo paradigma.
“Nvidia está ganando dinero con la IA en este momento, y empresas como Apple y Meta están gastando en IA”, observa Jake Dollarhide, director ejecutivo de Longbow Asset Management, captando la esencia de este cambio.
«Puede ser una conclusión inevitable que Nvidia también superará a Microsoft. Hay una gran cantidad de dinero minorista que se está acumulando en lo que ven como un tiro directo», dijo Dollarhide.
De hecho, el desempeño de las acciones de Nvidia ha sido nada menos que astronómico, disparándose un 147% solo en 2024.
Este ascenso meteórico está impulsado por el ritmo vertiginoso del desarrollo de la IA, con gigantes tecnológicos como Microsoft, Meta, Google y Amazon atrapados en una carrera armamentista para construir y dominar esta floreciente frontera tecnológica.
Los chips de Nvidia, diseñados específicamente para las complejas demandas de la IA, se han convertido en el estándar de facto, impulsando la demanda mucho más allá de la oferta.
Lo que alimentó aún más el entusiasmo de los inversores fue el pronóstico de ingresos estelar de Nvidia publicado el 22 de mayo, que hizo que las acciones se dispararan casi un 30% en cuestión de semanas.
La compañía añadió la asombrosa cifra de 150.000 millones de dólares a su capitalización de mercado sólo el miércoles pasado, superando el valor total de AT & T.
Al mando de este gigante de la IA está Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, que se ha convertido en una improbable estrella de rock en el mundo de la tecnología.
Durante su visita a Taiwán, su lugar de nacimiento y un centro crucial en la industria global de semiconductores, se encontró con «Jensanity», un frenesí mediático que captura la fascinación del público por el éxito de Nvidia.
Con su característica chaqueta de cuero negra, Huang se dirigió a un estadio repleto en Taipei y reconoció el papel integral de Taiwán: «Taiwán es el héroe anónimo, un pilar firme del mundo».
Esta visita, coincidiendo con la feria de tecnología Computex, subrayó la importancia estratégica de Taiwán y su gigante fabricante de chips, TSMC, responsable de producir aproximadamente el 90% de los chips más avanzados del mundo.
Sin embargo, el meteórico ascenso de Nvidia no ha pasado desapercibido para los reguladores.
El Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio están investigando ahora si el dominio de la empresa en el mercado de chips de IA viola las leyes antimonopolio, lo que arroja una sombra de incertidumbre sobre su futuro.
Mientras Nvidia disfruta del brillo del optimismo impulsado por la IA, Apple lidia con la desaceleración de las ventas de iPhone, particularmente en China, el mercado de teléfonos inteligentes más grande del mundo.
Algunos inversores perciben que Apple se está quedando atrás en la carrera de la IA, lo que contribuye a sus ganancias bursátiles más modestas en comparación con Nvidia.
Pero incluso cuando la valoración de Nvidia se dispara, los analistas siguen siendo optimistas. Las proyecciones de ganancias futuras de la compañía continúan superando las ganancias de sus acciones, lo que sugiere una valoración aún atractiva.
Cotizando a 39 veces las ganancias esperadas, frente a 70 veces el año pasado, las acciones de Nvidia siguen siendo atractivas, aunque no exentas de riesgos.
El impacto de la historia de éxito de Nvidia se extiende más allá de su propio balance.
Su recientemente promulgada división de acciones 10 por 1, si bien tiene como objetivo principal aumentar la accesibilidad para los inversores individuales, ha encendido especulaciones sobre su posible inclusión en el Dow Jones Industrial Average.
«Un efecto secundario de la división de acciones de Nvidia será ponerla en la carrera para seguir a Amazon y Apple en el Dow», señala Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro.
Este movimiento, de concretarse, consolidaría aún más el estatus de Nvidia como titán del mundo tecnológico.
Mientras Nvidia continúa su notable ascenso, su historia sirve como testimonio del poder transformador de la inteligencia artificial y su potencial para remodelar no sólo Silicon Valley sino también el panorama tecnológico global.
Queda por ver si la empresa podrá mantener este impulso, sortear el escrutinio regulatorio y, en última instancia, destronar a Microsoft.
Una cosa es segura: el triunfo de Nvidia ha marcado el comienzo de una nueva era, una en la que la IA es la reina y el futuro está en juego.
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