La Corte Internacional de Justicia de La Haya escuchó esta semana argumentos orales en un caso presentado por Sudáfrica acusando a Israel de genocidio en Gaza.
Sudáfrica presentó pruebas convincentes durante dos días alegando que líderes y funcionarios israelíes han incitado a la violencia contra los palestinos y llevado a cabo ataques indiscriminados equivalentes a genocidio.
Israel negó enérgicamente las acusaciones y argumentó que sus acciones fueron en defensa propia contra los ataques con cohetes de Hamás.
Sin embargo, los representantes israelíes lucharon por contrarrestar el testimonio detallado de Sudáfrica citando declaraciones de políticos israelíes que parecían llamar a la violencia contra los palestinos.
El equipo legal de Sudáfrica, dirigido por el destacado abogado Tembeka Ngcukaitobi, presentó un caso exhaustivo respaldado por hechos sobre el impacto devastador del bombardeo israelí de Gaza.
Demostraron que los ataques de Israel han matado a más de 23.000 palestinos, la gran mayoría civiles, incluidos miles de niños.
Ngcukaitobi citó repetidos llamados de legisladores y comentaristas israelíes a la violencia, la limpieza étnica y el genocidio de los palestinos.
Los abogados de Israel afirmaron que el tribunal carece de jurisdicción y argumentaron que los crímenes individuales serían manejados por el sistema legal de Israel.
Sin embargo, los expertos señalan que el derecho internacional obliga a los estados a prevenir el genocidio.
Israel también culpó a Hamas por las muertes de civiles al operar entre la gente, pero Sudáfrica desestimó esta justificación para los bombardeos indiscriminados por considerarla una violación del derecho humanitario.
Israel presentó varios argumentos claves en su defensa contra los cargos de genocidio ante la CIJ:
1. El fiscal general adjunto para asuntos internacionales de Israel, Gilad Noam, argumentó que Sudáfrica no demostró la necesidad de medidas provisionales para proteger a los palestinos en Gaza, sosteniendo que Israel había tomado medidas para abordar la crisis humanitaria en la región.
2. Galit Raguan, director interino de la división de justicia internacional del Ministerio de Justicia de Israel, afirmó que Israel no había bombardeado hospitales y culpó a Hamas por el alto número de víctimas civiles en Gaza.
3. Christopher Staker, un abogado internacional que representa a Israel, afirmó que Israel había facilitado la ayuda humanitaria y se opuso a la demanda de Sudáfrica de una pausa en las operaciones militares de Israel en Gaza.
4. El asesor jurídico de Israel, Tal Becker, argumentó que Sudáfrica había «ignorado» los acontecimientos del 7 de octubre y que Israel tenía derecho a defenderse, al tiempo que acusó a Sudáfrica de mantener estrechos vínculos con Hamás.
5. El equipo jurídico de Israel enfatizó que los acontecimientos en Gaza estaban ocurriendo en el marco de una guerra instigada por Hamas y regida por el marco legal del derecho internacional humanitario, afirmando que no entran dentro del ámbito de competencia de la Convención sobre Genocidio.
Estos argumentos tenían como objetivo colectivo refutar las afirmaciones de Sudáfrica y demostrar el cumplimiento por parte de Israel del derecho internacional y su derecho a la autodefensa en el contexto del conflicto en Gaza.
Gilad Noam presentó los argumentos finales de Israel y argumentó en contra del uso de medidas provisionales, enumerando varias razones, entre ellas que Hamás es considerada una organización terrorista por Israel, y otros países, y había cometido «un ataque terrorista a gran escala».
Afuera del tribunal, manifestantes pro palestinos de todo el mundo expresaron su apoyo a Sudáfrica y su indignación por el devastador ataque de Israel a Gaza.
Los palestinos en Gaza expresaron su frustración por la probable negación de Israel de haber actuado mal, pero también esperaban que el caso pudiera ayudar a poner fin a la matanza.
Al segundo día, el equipo legal de Israel parecía tener dificultades ante las pruebas de Sudáfrica.
Si bien presentaron argumentos procesales contra la participación del tribunal, Israel no pudo refutar el terrible costo humano descrito o los patrones de incitación presentados.
El caso de Sudáfrica contra Israel ante la CIJ ha obtenido el apoyo de varios países, entre ellos: La Organización de Países Islámicos, Malasia, Turquía, Jordania, Bolivia, Maldivas, Namibia, Pakistán, y Colombia.
Los jueces ahora deben decidir si ordenan medidas provisionales para proteger a los palestinos.
Cualquiera que sea la decisión del tribunal, Sudáfrica ha abierto nuevos caminos al obligar a la comunidad internacional a examinar seriamente las pruebas de lo que pueden constituir crímenes de guerra y genocidio israelíes contra la población de Gaza.
El caso muestra que la impunidad por la violencia contra los palestinos no puede mantenerse para siempre.
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