Brasil se convirtió el martes en el país con el tercer mayor número de infecciones confirmadas por coronavirus en el mundo, después de registrar un total de 271,885 casos.
Solo en las últimas 24 horas, hubo 17,408 nuevas pruebas positivas y los observadores dicen que el pico del país no se espera hasta junio.
Solo los Estados Unidos y Rusia han registrado más infecciones.
Han muerto más de 16,000 pacientes de Covid-19, la sexta cifra más alta de muertes en el mundo.
Los expertos dicen que las pruebas insuficientes podrían significar que la cifra real en Brasil podría ser 15 veces mayor.
El presidente de extrema derecha del país, Jair Bolsonaro, descartó los riesgos y comparó Covid-19 con «un poco de gripe».
Su manejo del brote, que ha incluido los llamados a levantar los bloqueos impuestos por los gobernadores estatales, ha provocado críticas y la renuncia del ministro de Salud, Nelson Teich, la semana pasada.
El predecesor de Teich, Luiz Mandetta, fue despedido por el presidente Bolsonaro después de que los dos hombres no estuvieran de acuerdo sobre las medidas de distanciamiento social.
Pero el enfoque de Bolsonaro en minimizar la disrupción económica ha sido bien recibido por muchos.
Partidarios que han organizado manifestaciones contra el bloqueo, a algunos de las cuales asistió el presidente.
El alcalde Bruno Covas advirtió que el sistema de salud de su ciudad más grande, São Paulo, podría colapsar en dos semanas.
La ciudad tiene una población de aproximadamente 12 millones, y las autoridades dicen que la mayoría de los residentes ignoran las reglas de distanciamiento social.
Más de 3.000 personas han muerto con el virus en São Paulo.
Pero no solo los centros urbanos han sido gravemente afectados. El estado de Amazonas tenía casi 21,000 casos confirmados hasta el lunes.
Los servicios de salud en Manaus, la capital del estado, han sido abrumados y se están utilizando fosas comunes para enterrar a los muertos.
Bolsonaro continúa oponiéndose a las medidas de bloqueo, argumentando que arruinarán la economía.
En marzo, pronunció un discurso pidiendo a los alcaldes y gobernadores que eliminen las restricciones: «Nuestras vidas deben continuar. Los empleos deben mantenerse. Debemos volver a la normalidad».
A pesar del rápido aumento de la tasa de infección, Bolsonaro argumentó que la mayoría de las personas, incluido él mismo, no tenían nada que temer del virus.
«Con mi historial como atleta, si estuviera infectado con el virus no tendría motivos para preocuparme. No sentiría nada, o sería como mucho un poco de gripe», dijo.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, designó a un ministro interino de salud, un general del ejército.
Bolsonaro dijo que Eduardo Pazuello firmaría el nuevo protocolo que amplía el uso de la cloroquina, el medicamento contra la malaria, más allá de los pacientes críticos, esto, a pesar de que no hay evidencia de que ayude a tratar o prevenir Covid-19.
Ha habido 4,9 millones de casos confirmados de Covid-19 en todo el mundo, con casi 325,000 muertes.
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