Los legisladores de Alabama han aprobado un proyecto de ley para prohibir el aborto directamente en el estado, que será la ley estadounidense más estricta.
El Senado estatal aprobó la ley, rechazando una enmienda para permitir exenciones en casos de violación o incesto.
Ahora la ley irá a la gobernador republicana Kay Ivey. Ella no ha dicho si lo firmará, pero se la ve como una fuerte oponente del aborto.
Los activistas esperan que desafíe un fallo histórico de la Corte Suprema de 1973 que legalizó el aborto en los Estados Unidos.
El proyecto de ley había sido aprobado 74-3 a principios de este mes en la Cámara de Representantes de Alabama.
El aborto sólo se permitiría en ciertas circunstancias para salvaguardar la salud de la madre.
El legislador republicano Terri Collins, patrocinador de la legislación, dijo: «Nuestro proyecto de ley dice que el bebé en el útero es una persona».
El senador estatal demócrata Bobby Singleton dijo que el proyecto de ley «criminaliza a los médicos» y es un intento de los hombres «de decirle a las mujeres qué hacer con sus cuerpos».
El senador republicano Clyde Chambliss, un defensor de la ley, dijo que permitiría al estado «ir directamente a la Corte Suprema para desafiar a Roe contra Wade», el fallo de 1973 que estableció el derecho de una mujer a un aborto.
Antes de que comenzara el debate, el demócrata Rodger Smitherman dijo: «Le estamos diciendo a una niña de 12 años que, a través del incesto y la violación está embarazada, le estamos diciendo que no tiene otra opción».
Según la medida de Alabama, la provisión de aborto en cualquier etapa del embarazo sería un delito grave de clase A.
Los médicos podrían enfrentar 10 años de prisión por intentar interrumpir un embarazo y 99 años por llevar a cabo el procedimiento.
Una mujer que tiene un aborto no sería considerada penalmente responsable.
El proyecto de ley permitiría el aborto en los casos en que la vida de la madre corre un grave riesgo.
Su texto dice que se han abortado más fetos que personas asesinadas en «los gulags de Stalin, y campos de exterminio de Camboya».
Si el gobernador Ivey se adhiere a la ley, la medida de Alabama se convertirá en una de las más de 300 leyes que cuestionan el acceso al aborto en los Estados Unidos.
En última instancia, su objetivo es anular Roe v Wade, el fallo de 1973 que reconoció el derecho constitucional de una mujer a interrumpir un embarazo.
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